El Rally Clásicos del Atlas es una caravana de pequeños coches, con grandes pilotos y un montón de pasión por la aventura, el rugido del motor y la ilusión de la solidaridad. La superación de la prueba está en todos marcada a fuego. El objetivo es poder demostrar que es posible ganar, con solo participar. Desde Tarifa se inicia la salida. Aunque muchos, como nuestro equipo, la Escudería Esturao y Tripomant, la inician desde la misma salida de casa, desde Galicia. Llegar a Tarifa en un Fiat Panda 4X4 del 1991 es ya toda una prueba. Cruzar la Península Ibérica en un Panda clásico es un paseo por un jardín de rosas comparado con la aventura de cruzar Marruecos de Norte a Sur. Uno con asfalto y comodidades y el segundo con tierra, caminos inciertos y con dificultades a cada curva de la etapa .
Un equipo de gente trabajando desde hace tiempo para programar, organizar y coordinar este ya clásico reto del motor. Los inscritos, entrenando, y los mecánicos, con la puesta a punto de estos autos clásicos, que no viejos. Y todos consiguiendo patrocinadores, apoyo, rotulación, material para entregar…etc.
El pistoletazo de salida del VII Rally Clásicos del Atlas Solidario 2016 sonó el 19 de marzo. Medio centenar largo de inscritos. Un equipo organizador motivado y entregado. Un montón de emoción, de nervios, ilusión, amigos e incertidumbres. Una ruta cien veces revisada por todos, en mente y sobre mapa, y una organización muy comprometida suma a la ilusión de la salida.
Ya embarcando. Todo mil veces revisado, despedidas, saludos, recomendaciones…”envía fotos”, “llama, si puedes”, “pásalo bien”, “cuidado con el embrague” .etc etc. Despedidas, saludos y motor. Atrás queda lo conocido, el asfalto y la comodidad.
TRIPOMANT viene participando desde hace ya algún tiempo con esta iniciativas deportivas que dan rienda suelta a un montón de afición, amigos y porque no, también mucha repercusión.
En el embarque todo son nervios, algunos amigos, reencuentros, y mirando con curiosidad, los nuevos.Ya en ruta, centrados en carrera, se disfruta. Y se padece…adentrándose en un territorio hosco, que no hostil, con caminos difusos, frío, barro, nieve, baches, desierto y montaña, y siempre situaciones imprevistas. Siete etapas, muy programadas y muy libres a la hora de vivirlas…el objetivo, además de llegar todos, es entregar un poco de solidaridad por donde se pase.
La solidaridad de esta prueba se lleva puesta, metida en cualquier resquicio sobrante de lo que estrictamente obliga el reglamento de Rally Clásicos del Atlas, repuestos de ruedas, de focos, rampas para salir de la arena o del barro, etc. Y aún así, en los habitáculos de estos pequeños grandes coches. se lleva material escolar, gafas graduadas, medicinas o ropa…un montón de ayuda para los habitantes de los pueblos por donde se pasa…un poco es mucho y mucho es lo que se recibe con la sonrisa de un niño o el apoyo de un paisano alucinado.
Envidia nos provoca el disfrutar de una amanecer, o la luz del atardecer, las risas o los contratiempos , las anécdotas, las penas, que habrá, pero lo mejor de todo es el compañerismo, la aventura y ya estar pensando en la próxima edición. Reto, prueba, paisajes, paisanos, solidaridad y meta. ¿Quien da más?